Nuestro grupo de investigación ha recibido con gran pesar la noticia del fallecimiento, el 29 de abril de 2021, de Manuel Barrios Aguilera, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Granada y padre de nuestro compañero Juan Manuel Barrios Rozúa.
Manuel Barrios nos ha dejado después de una prolongada y brillante trayectoria docente e investigadora y de una andadura personal sobre cuya calidad humana podríamos dar abundante testimonio quienes tuvimos el privilegio de llamarnos sus amigos.
Una primera etapa como maestro de enseñanza primaria, de la que se sentía muy orgulloso, le aportó su convencimiento inquebrantable de la función social de la docencia y la exigencia cívica de una divulgación amplia y al mismo tiempo rigurosa del conocimiento histórico.
Posteriormente, ya como profesor universitario, sus numerosos libros y artículos sobre los procesos repobladores en el Reino de Granada y sobre el problema morisco (en especial su libro Granada morisca: la convivencia negada) se convirtieron en referencias fundamentales para el conocimiento de este complejo periodo de nuestra historia. En este sentido, a sus dotes de investigador unió siempre una extraordinaria capacidad organizativa que le llevó a liderar ambiciosos proyectos colectivos como el Congreso Internacional Los Moriscos: Historia de una Minoría (2009) o los tres volúmenes de la Historia del Reino de Granada (2000).
La cuestión morisca llevó a continuación a Manuel Barrios al tema que ocuparía su última etapa investigadora: el problema de las supuestas reliquias del Sacromonte y los llamados Libros Plúmbeos. En este sentido, libros como Los falsos cronicones contra la Historia (2004), La invención de los libros plúmbeos: Fraude, historia y mito (2011) y la que sería su última obra, El ciclo falsario de Granada: De los libros plúmbeos a los fraudes de La Alcazaba (aparecido en enero de 2021) aportaron no sólo a los investigadores especializados sino a nuestro propio debate ciudadano algo que se echaba muy en falta: un riguroso análisis histórico de todo el cúmulo de mitos y falsificaciones sobre el que se sustentaba uno de los más importantes episodios fundacionales de la Granada moderna. Y ello desde una mirada pluridisciplinar de la que nos hemos beneficiado para nuestros propios trabajos varios miembros de nuestro grupo de investigación.
Su pasión por los libros y por la difusión del saber le llevó igualmente a dirigir desde 1986 a 2000 lo que al principio era el Servicio de Publicaciones de nuestra Universidad, al cual supo imprimir un giro radical convirtiéndolo en la Editorial Universidad de Granada (EUG), que emprendió así, bajo su dirección, el proceso que la elevaría hasta su situación actual como uno de los sellos editoriales con mejores índices de valoración oficial en nuestro país.
Un aspecto esencial de esta labor editorial fue la creación de la colección Archivum, sin duda la más prestigiosa de la EUG, pensada para la difusión de obras historiográficas de gran relevancia pero poco accesibles y que, dotadas de cuidadosos estudios introductorios, eran objeto de reediciones facsimilares e introducidas de nuevo en el debate contemporáneo. Hace muy poco tiempo tuve el honor de ser nombrado nuevo director de Archivum y no puedo sino recordar ahora cómo las últimas palabras que crucé con Manolo Barrios, hace apenas un mes, fueron para recabar su asesoramiento y para expresarle hasta qué punto me llenaba de orgullo esta oportunidad de continuar su labor. Con su generosidad habitual aceptó formar parte del nuevo consejo asesor de la colección y me ofreció su total ayuda y colaboración para el futuro.
Ya no podrá ser. Siempre echaremos de menos al investigador, al editor, al compañero, al amigo… Descanse en paz.
Juan Calatrava