DESCRIPCIÓN: La intervención urbana “Urban Kitchen” se realizó en la Plaça Catalunya de Barcelona durante el Festival Model en mayo de 2022, bajo la dirección del estudio MAIO. Plaça Catalunya, espacio simbólico de convergencia social y cultural, se transformó durante diez días en un espacio público dedicado a la reflexión y acción alrededor de la alimentación, la ciudad y la justicia social. La propuesta consistió en una instalación efímera: una cocina abierta construida con materiales sencillos y estructuras ready-made, donde se organizaron diversas actividades culinarias y debates.
Participaron colectivos internacionales como Cooking Sections, Plataforma Aprofitem els Aliments, los Comedores Populares de Lima y destacados expertos como Carolyn Steel, Jill Stoner y María Teresa Muñoz. A través de comidas comunitarias, cenas temáticas y mesas redondas, la cocina se convirtió en un vehículo para debatir temas de sostenibilidad, empoderamiento social y transformación urbana.
Se utilizaron materiales reutilizables y sistemas modulares para crear un espacio flexible y accesible, sin barreras, que se abría completamente a la ciudad. Desde comidas elaboradas con alimentos recuperados, hasta platos peruanos cocinados por lideresas migrantes, la intervención puso en valor las prácticas comunitarias y tradicionales vinculadas a la cocina, en un entorno plenamente urbano. La Urban Kitchen no solo permitió el intercambio gastronómico sino que se consolidó como un espacio de encuentro ciudadano en el corazón de Barcelona.
ANÁLISIS:
Urban Kitchen en Plaça Catalunya, diseñada por MAIO, plantea una profunda reflexión sobre la ciudad contemporánea como espacio de encuentro y activismo. Frente a la creciente homogeneización de los espacios públicos y su comercialización, la intervención propone reactivar la plaza como lugar de intercambio cultural y conciencia social. La instalación efímera consigue resignificar un espacio turístico, recuperando su dimensión política mediante la cocina y el diálogo. Su lenguaje constructivo, a través de estructuras temporales y materiales reutilizables, refuerza la idea de una arquitectura abierta, económica y adaptable, en contraposición al monumentalismo habitual en los centros urbanos.
Un rasgo clave del proyecto es su uso de la cocina como herramienta central de transformación. La Urban Kitchen trasciende la mera función alimentaria para convertirse en un potente generador de discurso ciudadano. Mediante propuestas como la mejillonada de Cooking Sections, se aborda la sostenibilidad desde una perspectiva productiva y ambiental; las cenas de alimentos recuperados visibilizan el problema del desperdicio alimentario y promueven la economía circular; mientras que las comidas peruanas de Comedores Populares reflejan el papel de la cocina como elemento de integración, empoderamiento y organización política, especialmente para las mujeres migrantes.
La Urban Kitchen de MAIO en el ModelFest de Barcelona supuso una materialización de cómo la comida puede ser un acto político y urbanístico. Al abrir la cocina al espacio público, la alimentación se convierte en un ritual colectivo capaz de cuestionar y redefinir las dinámicas urbanas, proponiendo un modelo de ciudad más justo, inclusivo y resiliente.