DESCRIPCIÓN: La Casa en Hokkaido, también conocida como Meme Meadows, es un prototipo de vivienda diseñado por Kengo Kuma en colaboración con la Fundación LIXIL JS y el Instituto de Ciencia Industrial de la Universidad de Tokio. Forma parte de un experimento arquitectónico destinado a explorar soluciones sostenibles para climas extremos. Inspirada en las viviendas tradicionales chise del pueblo ainu, la casa se construye sobre el terreno, abrazando la energía radiante del suelo en lugar de aislarse de él.
Su estructura principal es un marco ligero de madera de alerce japonés, envuelto por una doble piel textil translúcida: la membrana exterior es un fluorocarbono de poliéster, mientras que el revestimiento interior es una capa desmontable de fibra de vidrio, unidas entre sí mediante tiras magnéticas. Entre ambas, un aislamiento de PET reciclado deja pasar la luz difusa del día, eliminando la necesidad de iluminación artificial.El resultado es una vivienda de 80 m² que no solo resiste las severas condiciones invernales de Hokkaido, sino que promueve un modo de vida más natural. El interior es flexible, desmontable, y preparado para experimentar con distintos marcos de ventana y soluciones térmicas. La casa actúa como laboratorio habitable y casa de huéspedes para investigadores y estudiantes.
ANÁLISIS: Lejos de los modelos convencionales de vivienda en climas fríos, la casa experimental de Kuma en Meme Meadows propone una ecología arquitectónica profundamente vinculada con el tiempo, el paisaje y el cuerpo. En lugar de aislar al habitante del exterior mediante muros opacos y ventanas reducidas, el proyecto apuesta por la luz difusa, la transpiración constructiva y la resonancia con los ciclos solares. La arquitectura deja de ser un escudo y se convierte en una membrana viva.
Este giro conceptual tiene raíces en las viviendas del pueblo "ainu", donde la domesticidad no era una cápsula impermeable, sino un umbral térmico construido con materiales vegetales y una hoguera constante. La casa en Meme Meadows reformula esta tradición mediante la tecnología contemporánea: el aislamiento reciclado, los sistemas de fijación desmontables y el análisis de datos ambientales permiten experimentar una ingeniería climática dinámica. El proyecto no ofrece soluciones cerradas, sino condiciones para investigar formas futuras de habitar.
Su poética no es menor. La vivienda brilla por la noche como una criatura bioluminiscente, y durante el día, su piel blanca deja pasar el paisaje en forma de luz modulada. Esta cualidad de linterna habitada evoca imágenes de campamentos nómadas y una forma de habitar que no se impone al territorio, sino que lo acompasa. En este sentido, la casa recoge en su centro un hogar muy similar a los de la arquitectura tradicional japonesa. Si bien incluye una pequeña cocina moderna en un muro lateral, el espacio tradicional que sirve para calentar la casa, así como el agua para el té y los alimentos, se dispone en el centro del espacio habitado. Siendo el único elemento visible, a través de su chimenea, que rompe la trasparencia de un espacio casi etéreo. Solo el fuego y la comida invaden permanentemente el espacio habitado.