DESCRIPCIÓN: La Tortillería Flash Flash, diseñada por Alfonso Milá y Federico Correa, representa un importante hito del diseño interior moderno en España. Abierta en Barcelona en 1970, surgió como una audaz propuesta gastronómica y cultural en un país aún bajo régimen dictatorial. El restaurante revolucionó la escena gastronómica al ofrecer una amplia variedad de tortillas, hamburguesas y ensaladas en un espacio diáfano, luminoso y radicalmente distinto a los establecimientos tradicionales, oscuros y formales. Su estética pop-art, marcada por paredes blancas decoradas con imágenes fotográficas en blanco y negro de la modelo Karin Leiz, vestida de reportera con flash, y ventanales circulares, se convirtió rápidamente en un símbolo de modernidad y libertad. El mobiliario funcional en formica y los acabados sintéticos, junto con detalles como la cubertería de acero y grandes servilletas blancas, definieron su especial carácter. Flash Flash fue pionero también en adoptar horarios flexibles y en promover un ambiente distendido, convirtiéndose en punto de encuentro para intelectuales, artistas y la emergente cultura cosmopolita conocida como Gauche Divine.
ANÁLISIS: La Tortillería Flash Flash destaca especialmente por su capacidad de encarnar el espíritu de innovación y modernidad cultural y arquitectónica en una época de rigidez y tradición en España. Uno de sus grandes aciertos fue la audaz decisión de introducir un diseño marcadamente contemporáneo y desenfadado, que integraba fotografía, gráficos pop y mobiliario funcional, generando un impacto visual poderoso que continúa vigente cinco décadas después. La elección del color blanco como dominante, acentuado por elementos gráficos en blanco y negro y toques rojos en elementos específicos como lámparas y baños, creó un espacio luminoso, elegante y abierto que invitaba a una experiencia gastronómica y social distinta.
Además, Flash Flash logró trascender el ámbito puramente gastronómico para convertirse en un símbolo cultural. Su diseño reflejaba la apertura intelectual y la libertad personal que caracterizó a la Gauche Divine, aportando un espacio de encuentro que contrastaba radicalmente con los entornos más tradicionales de la sociedad española de la época. Esta combinación de arquitectura, diseño gráfico, gastronomía y cultura popular hace que Flash Flash sea un ejemplo paradigmático de cómo el diseño interior puede tener un profundo impacto social y cultural.