DESCRIPCIÓN: La cocina de la Casa Elettrica diseñada por Gruppo 7 para la IV Esposizione Triennale Internazionale delle Arti Decorative ed Industriali Moderne di Monza (1930) representa un experimento clave en la racionalización del espacio doméstico dentro del movimiento moderno italiano. Inspirada en las ideas del racionalismo europeo y en la eficiencia de la producción industrial, esta cocina buscaba optimizar el uso del espacio mediante una disposición compacta, la introducción de electrodomésticos eléctricos y la modularidad del mobiliario.
Fue pensada como un sistema cerrado y funcional, donde cada elemento tenía una disposición ergonómica que minimizaba el esfuerzo físico en las tareas domésticas. Se incorporaron superficies de fácil limpieza, armarios modulares y electrodomésticos eléctricos que eliminaban la dependencia de combustibles tradicionales como el carbón o la leña. Este enfoque no solo aumentaba la eficiencia, sino que también proponía un modelo de cocina higiénica y moderna, adaptado a la nueva realidad de la vivienda urbana.
El diseño de la cocina formaba parte de una exploración más amplia sobre la vivienda mínima, alineándose con la arquitectura funcionalista que Gruppo 7 promovía en Italia. A través de esta propuesta, los arquitectos buscaban transformar el espacio doméstico en una máquina eficiente y bien organizada.
ANÁLISIS: Representa un ejemplo significativo de cómo la arquitectura racionalista abordó la transformación del hogar en el siglo XX. Su diseño responde a la necesidad de hacer más eficiente la vida doméstica mediante la integración de tecnología y la reducción del esfuerzo físico requerido en la cocina. Esta propuesta también anticipa la tendencia hacia cocinas compactas y altamente funcionales que se volverían predominantes en la segunda mitad del siglo XX.
Uno de sus principales aciertos es la organización del espacio en función de la ergonomía y la eficiencia. La integración de electrodomésticos eléctricos en una disposición modular no solo optimizaba la funcionalidad del espacio, sino que también promovía la estandarización de los interiores domésticos, permitiendo una mayor accesibilidad para distintos sectores sociales.
Sin embargo, la propuesta también presenta algunas limitaciones. Si bien la idea de una cocina cerrada y ultra funcional era innovadora, podía resultar demasiado rígida para la vida cotidiana de los usuarios, que requerían cierta flexibilidad en la disposición del mobiliario. Además, la dependencia exclusiva de la electricidad como fuente de energía podía representar una limitación en un contexto donde su acceso no estaba garantizado en todas las viviendas.
Una mayor adaptabilidad del diseño modular y una integración más fluida con el resto de la vivienda podrían haber permitido un mayor grado de personalización. A pesar de estas consideraciones, la cocina eléctrica de Gruppo 7 sigue siendo un referente en la evolución del diseño moderno, destacándose como una de las primeras manifestaciones de la cocina compacta y tecnológicamente avanzada.
BIBLIOGRAFÍA:
Catalogo ufficiale della IV Esposizione Triennale Internazionale delle Arti Decorative e Industriali Moderne. Milán: Ceschina, 1930, p. X.
Giacomo Polin, La casa elettrica di Figini e Pollini. Roma: Officina edizioni, 1983.
Tersilla Faravelli Giacobone, Paola Guidi y Anty Pansera, Dalla casa elettrica alla casa elettronica: storia e significati degli elettrodomestici. Milán: Arcadia, 1989.
Sara Protasoni, Figini e Pollini. Collana La Scuola di Milano. Milán: Mondadori Electa, 2010.