DESCRIPCIÓN: En las proximidades del río y el Monasterio de San Bernardo, el proyecto se plantea como un recorrido a través de un jardín ampelográfico de geometría lineal y patrón modular que ordena los pabellones y sus futuras extensiones. Los pabellones pertenecen a la lógica del jardín, que cubre sus cubiertas y espacios exteriores asociados, produciendo una arquitectura paisajísticamente integrada. Vigas prefabricadas de hormigón armado con sección en U permiten albergar jardineras, recoger el agua o generar itinerarios transitables en cubierta. La estudiada elección de la vegetación y sus variaciones estacionales proporciona una imagen de la arquitectura viva y cambiante con los ciclos naturales. Además de diferentes especies autóctonas de vid empleadas en la producción de los vinos, estos jardines cuentan con otras especies vegetales cuya coloración evoca el proceso de maduración de la vid y los vinos resultantes, en sus cualidades gustativas, cromáticas o aromáticas, enriqueciendo la experiencia sensorial de la intervención y aportándole una dimensión didáctica.
ANÁLISIS: En este proyecto arquitectura y paisaje se conciben como entidades inseparables. Destaca su capacidad para conjugar la escala territorial con la proximidad con la vegetación y sus cualidades sensoriales específicas, teniendo en cuenta su potencial asociativo y pedagógica. El territorio productivo se convierte en espacio expositivo y viceversa, en un proyecto abierto y lleno de posibilidades que no se llegaron a concretar ni definir en detalle por quedar la propuesta en un nivel de desarrollo preliminar.